1. Busque certificaciones de sostenibilidad
Las certificaciones son símbolos oficiales que indican que el producto ha seguido ciertos estándares ambientales o sociales. Estas son algunas de las certificaciones más comunes:- Orgánico: La etiqueta ecológica europea, por ejemplo, garantiza que un producto ha sido cultivado sin el uso de pesticidas químicos y que sigue estándares de agricultura sostenible.
- Comercio Justo: Esta certificación indica que el producto fue elaborado respetando estándares éticos, como salarios justos para los trabajadores y condiciones laborales dignas.
- Rainforest Alliance: Esta marca certifica que el producto fue creado protegiendo la biodiversidad y promoviendo el bienestar de las comunidades locales.
2. Elija ingredientes simples y naturales
Una etiqueta clara y legible indica un producto genuino. Si encuentra una lista larga de ingredientes con nombres químicos complejos, podría ser una señal de que el producto contiene aditivos, conservantes e ingredientes no naturales. Por el contrario, los alimentos con pocos ingredientes -preferiblemente los de uso común como harinas, aceites vegetales naturales, miel- suelen ser menos procesados y, por tanto, más saludables y sostenibles.3. Verifique la procedencia
El origen de los ingredientes es otro elemento importante para tomar decisiones sostenibles. Los productos locales no sólo reducen el impacto medioambiental del transporte, sino que suelen ser frescos y más nutritivos. Busque siempre el origen geográfico de productos o ingredientes clave, como frutas, verduras, carnes y productos lácteos, para preferir empresas que promuevan cadenas de suministro cortas y la economía local.4. Evite los ingredientes que sean perjudiciales para el medio ambiente
Muchos productos contienen ingredientes que tienen un fuerte impacto ambiental. Por ejemplo, el aceite de palma suele estar relacionado con la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Opte por productos que utilicen aceites vegetales sostenibles, como el aceite de oliva certificado o el aceite de coco. Evite también ingredientes provenientes de cultivos intensivos, como la soja transgénica, y elija alternativas menos impactantes.5. Cuidado con el plástico y los embalajes
La etiqueta también puede indicar detalles del embalaje. Busque productos con envases reciclables o compostables y, si es posible, evite el plástico por completo. Algunas empresas están desarrollando nuevas soluciones de embalaje ecológicas, como contenedores biodegradables o materiales reciclados, y esta elección puede marcar una gran diferencia a la hora de reducir los residuos.6. Verifique la fecha de caducidad y la vida útil
Preferir productos con una vida útil más larga, como legumbres y cereales secos, ayuda a reducir el desperdicio de alimentos. Además, si tienes dudas sobre la frescura o la vida útil de un producto, leer atentamente la fecha de caducidad te permitirá planificar mejor tus compras y consumir alimentos respetando su ciclo de vida, ayudando a reducir el desperdicio alimentario.7. Cuidado con las palabras engañosas
Palabras como “natural”, “artesanal” o “sin conservantes” pueden resultar engañosas. En ocasiones se utilizan como estrategias de marketing para atraer consumidores sin ofrecer un valor añadido real. En estos casos, verifica si el producto cuenta con certificación oficial o si la lista de ingredientes confirma lo declarado. Leer atentamente cada parte de la etiqueta es fundamental para no caer en la trampa del greenwashing.8. Reducir los productos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados suelen requerir un alto consumo de energía para producirse y contienen ingredientes artificiales, aditivos y azúcares añadidos. Limitar estos productos y optar por alimentos frescos, como frutas, verduras y cereales integrales, ayuda a reducir el impacto medioambiental y promover una dieta más saludable y sostenible.9. Elija productos con energía renovable
Algunos productos informan en la etiqueta el uso de energías renovables en su producción. Si una empresa utiliza energía eólica, solar o hidroeléctrica para alimentar sus fábricas, reduce significativamente las emisiones de CO2. Comprar a estas empresas ayuda a respaldar modelos de producción con bajo impacto ambiental.
10. Apoyar a las empresas con una política clara de sostenibilidad
Muchas empresas dedican una parte de la etiqueta a su misión o política medioambiental. Si una empresa comparte información sobre sus iniciativas para reducir el impacto ambiental, como el ahorro de energía, la gestión de residuos o la protección de la biodiversidad, podría ser una opción más sostenible. Buscar esta información y leerla detenidamente le permitirá tomar decisiones más informadas.
Conclusiones
Tomar decisiones sostenibles comienza con pequeñas acciones diarias y la capacidad de leer las etiquetas correctamente. Conocer los símbolos, distinguir los ingredientes y valorar el packaging ayuda no sólo a realizar compras más informadas, sino también a contribuir a la protección de nuestro planeta. Al tomarnos el tiempo para analizar las etiquetas, podemos apoyar negocios éticos y sostenibles, mejorar nuestra salud y reducir nuestro impacto ambiental, una compra a la vez.