Elige los quesos
Para una cata completa y variada, es recomendable incluir al menos cinco tipos de quesos abarcando diferentes categorías e intensidades de sabor. Una selección equilibrada podría incluir:- Un queso fresco (como la robiola o el queso fresco de cabra), para empezar con una nota ligera y cremosa.
- Dos quesos semiduros o semicurados (como el pecorino tierno o el fontina), para aportar cuerpo y complejidad.
- Un queso añejo (por ejemplo, un Parmigiano Reggiano o un pecorino añejo), para las notas más intensas y persistentes.
- Un queso azul para un toque fuerte y aromático.
La presentación de los quesos
La presentación es clave para crear una experiencia sensorial completa. Coloca los quesos en una tabla de cortar en orden de intensidad de sabor, desde los más frescos y delicados hasta los más maduros e intensos. De esta forma evitarás que los sabores más fuertes dominen a los más delicados.Cada queso se puede cortar de forma diferente según su consistencia:
- Quesos frescos: Cortarlos en rodajas o servirlos directamente en trozos pequeños.
- Quesos semicurados y curados: puedes ofrecerlos en trozos o en barra.
- Quesos curados duros: romperlos en hojuelas para resaltar la granulosidad.
Maridajes perfectos: pan, mermeladas y fruta
Las combinaciones adecuadas enriquecen la degustación y permiten explorar nuevos sabores. Aquí te dejamos algunas ideas para acompañar cada tipo de queso:- Pan y Crackers: pan casero, focaccia y crackers neutros son ideales para saborear cada queso sin abrumarlo.
- Mermeladas y Mieles: mermeladas de higo, pera, manzana y miel de castaño o acacia maridan de maravilla con quesos curados y semicurados.
- Frutas frescas y secas: las peras, manzanas y uvas combinan perfectamente con quesos frescos, mientras que las nueces, almendras e higos secos combinan de maravilla con quesos maduros e intensos.
Bebidas para acompañar
Las bebidas son igualmente importantes para completar la experiencia. Aquí hay algunas sugerencias:- Vino blanco fresco: ideal para quesos frescos y tiernos.
- Vino tinto ligero: como el Pinot Noir, perfecto para quesos semicurados y semicurados.
- Cerveza ámbar u oscura: excelente para quesos intensos y maduros.
- Miel y vinagre balsámico: incluso unas gotas del tradicional vinagre balsámico pueden realzar quesos más curados.
Guía de degustación
Para aprovechar al máximo cada degustación, invita a tus invitados a empezar por los quesos más delicados y avanzar hacia los más intensos. Anímelos a:- Observar: Observe la apariencia y textura del queso, desde la corteza hasta la pasta.
- Olfatear: apreciar el aroma, que anticipa las características gustativas.
- Saborear: masticar lentamente y dejar que el queso se derrita en la boca, prestando atención a la persistencia del sabor y su evolución.